sábado, 10 de noviembre de 2007

Cita:

Cita:

1

"Hoy, primero de mayo, quiero, Helena, jurarte

que, por Cástor y Pólux, tus hermanos gemelos,

por la vid que se abraza rodeando los olmos,

por los prados, los bosques erizados de verde,

por la nueva estación que renace a la vida,

por el blando cristal que los ríos se llevan

y por ese milagro, ruiseñor, de los pájaros,

sólo tú vas a ser mi postrera ventura.

(etc.)

(Pág. 21)



Fin de cita.



Vemos claramente, si comprendemos que Cástor y Pólux eran hermanos de la Helena de la mitología, que Ronsard se remite, como se dijo, a temas de la antigüedad. Además, también se observa en lo que resta de los dos cuartetos, la antedicha comparación con la naturaleza y sus apreciadas características: en el Renacimiento, de hecho, se tenía otro tópico literario que se basaba en la pretensión de un paraíso, a la muerte de los hombres, similar al mundo terrenal pero imperecedero (Locus Amoenus).

Ronsard culmina el soneto citado afirmando que la situación que está viviendo (similar en cuanto a la relación Hombre-Mujer a la de Petrarca) con Helena, ha sido elegida valientemente por él, y será valientemente por él afrontada hasta el final ("Me confieso hacedor de mi propia fortuna", dice sobre el final). Respecto a este tema, el de su fortaleza inicial que acarrea una decisión inamovible de persistir en el objetivo del amor de Helena, valga la comparación con otro de sus propios sonetos, que muestra otra actitud del yo lírico para con su amada:



Cita:

61

"Ay, señora, me muero, ya no tengo esperanza;

quedo herido hasta el tuétano, ya no soy lo que era

hace sólo unos días, tanto puede el dolor

extremado que vence y sujeta a su imperio.

(…)

Sed Aquiles, curad las heridas que hicisteis,

soy un Télefo que anda su camino de muerte,

por piedad, obrad en mí vuestro inmenso poder,"

(etc.)

(Pág. 277)

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